Nadjib Hadded
No cabe duda de que el saqueo de las riquezas saharauis por Marruecos constituye uno de los elementos más redhibitorios, si no el elemento más nocivo que obstaculiza la descolonización del Sáhara Occidental. El territorio, un poco más grande que el Reino Unido, y que acaba de salir de casi un siglo de ocupación española antes de ser colonizado de nuevo por los marroquíes en 1975, está lleno de recursos marítimos y de fosfatos en el momento en que se descubren importantes reservas de petróleo. Esto se convierte en mucho y por supuesto sigue estimulando la avaricia del reino marroquí , indirectamente, de empresas extranjeras dispuestas, con tal de que las rentas sean substanciales, a asociarse con quien sea, aunque sea un Estado que le da la espalda a la legalidad internacional.
Después de eso, se vuelve fácil comprender por qué el Majzén opta por el incumplimiento de las resoluciones onusienses, el veredicto de la Corte Internacional de Justicia y la Unión Africana, conduciendo al fracaso, de esta manera, las negociaciones llevadas a cabo por el Enviado Personal del Secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross. Observadores bien informados creen que el principio de autodeterminación, el paro del saqueo y la protección de los saharauis en los territorios ocupados, legítimamente puestos en relieve por los saharauis constituyen las únicas soluciones legales del conflicto.
Ningún país en el mundo, subrayan otros análisis, reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, que es considerado por la ONU como territorio no autónomo. Así, la huida hacia adelante marroquí causada, entre otras razones, por los recursos naturales, socava constantemente las negociaciones encaminadas a encontrar un terreno de entendimiento entre Marruecos y el Frente Polisario con el fin de celebrar un referéndum de autodeterminación justo y equitativo bajo la égida de la ONU. En este sentido, el cotidiano británico “Financial Times” acaba de poner de relieve “la batalla por el petróleo en la última colonia de África” . Esto en el marco de la explotación ilegal de los recursos naturales del Sáhara Occidental por Marruecos .
El periódico señala que “cuando el buque de perforación “Atwood Achiever” comenzará, a finales de este año, a buscar petróleo en las costas del Sáhara Occidental, ya no se tratará sólo de pruebas geológicas, sino también de una operación que se sumergirá en un conflicto que data de 40 años”. El periodista Javier Blas señala “los problemas que podrían suscitar las prospecciones previstas por los grupos “Kosmos Energy”, “Cairn Energy” y la compañía petrolera marroquí, en la costa del territorio saharaui”.
En opinión del “Financial Times”, esta prospección “permitirá de comprobar la fuerza del derecho internacional, es decir, en particular,” la opinión jurídica de la ONU del 2002, que estipula que la prospección en el territorio sería legal si se hace por el bien de los pueblos que viven allí (…) y en violación del derecho internacional si se hace caso omiso de los intereses y aspiraciones del pueblo del Sáhara Occidental “. Pero entonces una cuestión fundamental se plantea para conlcuir: ¿Es que, en 40 años de ocupación, el régimen marroquí ha movido un dedo para el pueblo saharaui. No, todo lo contrario!
La Tribune des Lecteurs, 22/09/2014