La prensa marroquí había informado, al principio, la participación del rey de Marruecos en la Asamblea General de las Naciones Unidas, antes de anunciar la cancelación del viaje sin ninguna explicación. Algeriepatriotique se enteró de fuentes seguras en Nueva York, que la única razón de la cancelación en el último minuto del viaje de Mohammed VI a los Estados Unidos para participar en la 69 ª sesión de la Asamblea general de la ONU es la negativa del Secretario general Ban Ki-moon a acordarle una sesión de trabajo de dos horas, como lo había pedido con insistencia a través de su ministro de asuntos Exteriores Salah Eddine Mezouar, que fue enviado a Manhattan como explorador.
La preparación de esta visita fue anunciada con a bombo y platillo por los canales oficiales marroquíes, entre ellos la agencia de noticias MAP y el hilarante embajador marroquí ante las Naciones Unidas antes de que un cambio de tendencia súrjala víspera del desplazamiento de Mohammed VI a Nueva York. Un cambio de última hora que ha obligado al la MAP a retirar un despacho que anunciaba la ida del rey a los Estados Unidos al día siguiente. La participación de Mohammed VI en la Asamblea General de la ONU tenía como objetivo presentar esta sesión de trabajo como si se inscribiera en un marco de cooperación y de “apoyo a los esfuerzos” del secretario general de la ONU, en un momento en que Rabat pone trabas a la misión de Christopher Ross, el representante especial de Ban Ki-moon, para el Sáhara Occidental, que aún está a la espera de poder visitar a Marruecos.
El encuentro de Mohamed VI con el secretario general de la ONU tenía como objetivo hacer inútil el desplazamiento de Christopher Ross a Marruecos para discutir con las autoridades del país sobre la cuestión saharaui. El Majzén quería presionar a Ban Ki-moon con el fin de negociar ciertos contenidos del próximo informe que el Secretario General de la ONU tendrá que presentar al Consejo de Seguridad “anticipándose a toda propuesta pertinente que pueda ser formulada por Christopher Ross habida cuenta del impasse en el que se encuentra el problema saharaui a causa de las dilaciones marroquíes “, explican nuestras fuentes.
Mohammed VI esperaba, de esta manera, “pasar la goma” a todas las referencias contenidas en el informe del 2014, referencias que culpan a las autoridades políticas marroquíes del bloqueo, al mismo tiempo que intenta implicar a Argelia como parte interesada que “no asume sus responsabilidades en la búsqueda de una solución definitiva AL conflicto marroquí-saharaui.
El otro objetico no declarado de Rabat es el de llevar al Secretario General de la ONU para atentar contra la credibilidad de Ross en la cuestión de la autodeterminación que éste último considera ineludible “sea cual sea la solución que pueda lograrse”, revelan nuestras fuentes, que explican que este apego de Ross a la forma de la autodeterminación que obligatoriamente debe acompañar a la solución política “lo hace prácticamente persona non grata en Marruecos”.
Caído en su propia trampa, Marruecos quería finalmente intentar disuadir a Ban Ki-moon, de poner en práctica la recomendación contenida en el informe de 2014 que estipula que si el bloqueo persiste en la cuestión del Sahara Occidental, invitará a los miembros del Consejo de Seguridad a reexaminar el conjunto del marco establecido en abril de 2007 para el proceso de negociación.
Presintiendo esta emboscada, el Secretario General de las Naciones Unidas se negó a entrar en este juego, con el pretexto de tener “muchas” reuniones de alto nivel. Ban Ki-moon propuso, entonces, a Mohammed VI una simple audiencia circunstancial.
Dolido y frustrado por no poder imponer su criterio al Secretario General de la ONU, el Rey de Marruecos no tuvo más remedio que retirarse penósamente y sin explicar a su pueblo y a la clase política marroquí las razones que llevaron a la cancelación de su visita a Nueva York, después de que la prensa marroquí hayan hinchado el evento durante semanas.
Karim Bouali