CNDH un instrumento de propaganda marroquí

21 de julio de 2016, porunsaharalibre.org / Isabel Lourenço
En marzo de 2011, el rey de Marruecos, Mohamed VI, anunció la creación del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que venía a sustituir al Consejo Consultivo de Derechos Humanos (CCDH).
La creación de este organismo coincidió con el aumento de la resistencia pacífica en el territorio ocupado del Sahara Occidental en 2010 y respectivos informes de ONG´s que denuncian a nivel internacional las gravas violaciónes de derechos humanos y la necesidad de incluir la supervisión de los derechos humanos en el mandato de la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referendum).
En ese año estaban en funciones en el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ACDH) varios funcionarios que más tarde estuvieron envueltos en sospechas de corrupción. Fuenor varios los documentos revelados por el hacker Chris Coleman que confirman que hay una relación secreta y el intercambio de información entre los empleados del gobierno marroquí y funcionarios de la ONU.
La creación de la CNDH se llevó a cabo siguiendo una sugerencia proveniente del interior de la ACDH y tenía como objetivo inmediato un lavado de imagen de Marruecos, que presentó la CNDH como un organismo “independiente” moderno y democrático, resultado del “esfuerzo” del Reino Marruecos por cumpira con su nueva constitución de 2011 y dar asi repuesta a las preocupaciones de la comunidad internacional y las Naciones Unidas en el respeto de los derechos humanos en Marruecos y el Sahara occidental.
Según lo publicado por diasporasaharaui (http://diasporasaharaui-es.blogspot.pt/2014/12/el-cndh-un-instrumento-para-enganar-la.html) en diciembre de 2014 es el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí que da indicaciones claras a la CNDH sobre cómo actuar con el fin de apaciguar las demandas y apelaciones que se hacen sentir por la comunidad internacional en materia de derechos humanos en los territorios ocupados del Sahara occidental.
El protocolo de presentación de denuncias de violación de derechos humanos en las Naciones Unidas, indica que debe primero agotar los recursos locales / nacionales. Es decir, por ejemplo, un ciudadano suizo víctima de violación de cualquiera de sus derechos humanos por parte de una estructura oficial nacional primero debe quejarse a su gobierno y los distintos ministerios y departamentos suizos..
En el caso del Sahara Occidental este requisito es claramente imposible de cumplir, ya que es un territorio ocupado y por lo tanto no hay ningún “gobierno” al que se pueda recurrir ya que es el invasor el que practica las violaciónes.
Surge entonces la CNDH, y el personal del ACDH preguntan cuando se presentan denuncia si ya se ha hecho denuncia ante la CNDH. Esta legitimación de la CNDH es un peligro y una clara maniobra para evitar la presencia e informes de observadores extranjeros independientes y organizaciones no gubernamentales en los territorios ocupados.
La maniobra de Marruecos resultó y no sólo el Consejo de Europa elogia los esfuerzos del Reino Alauita y la creación de la CNDH en su resolución 2014 (http://assembly.coe.int/nw/xml/XRef/Xref-XML2HTML-en .asp? fileid = 21064 & lang = es), así como el informe de gestión del grupo de trabajo de la detención arbitraria de las Naciones Unidas repitieron elogios en su informe de 2014 (https://www.google.pt/search?client=safari&rls=en&q=united+nations+cndh&ie=UTF-8&oe=UTF-8&gfe_rd=cr&ei=_FyPV4XFGpHY8geRkrPwDg#q=united+nations+cndh+western+sahara).
En 2014 hay varios informes internacionales que se refieren a la CNDH, e indican como positiva su creación.
Pasados ahora cinco años desde su creación, el entusiasmo inicial se haya enfriado un poco, ya que es evidente que las violaciónes de los derechos humanos en los territorios ocupados cometidos por los ocupantes ilegales no han disminuido, por el contrario, aumentaron. La “actividad” de la CNDH no protege en modo alguno a los saharauis y es sólo una manera de manipular a la prensa y el público.
Por lo tanto, es esencial no dar ninguna legitimidad a este organismo creado por el estado marroquí para los fines antes mencionados. El diálogo y la denuncia de violaciónes, así como los requisitos presentados deberán dirigirse directamente a las organizaciones internacionales. La CNDH no tiene ningún poder de negociación ni es ese su objetivo, el objetivo de la CNDH es una vez más hacer “perder el tiempo”, y servir como un amortiguador para las reivindicaciones legítimas de los saharauis no sea escuchadas.
Cualquier protesta debe hacerse directamente a la fuerza de ocupación, es decir, el gobierno de Marruecos.
La CNDH tiene que ser desenmascarado como lo que es: una estructura dirigida por el gobierno, cuyo objetivo es la propaganda básica, una herramienta usada por un Reino de terror disfrazada de benefactora.
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