Una fuenta africana de alto nivel reveló que la Presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Nkosazana Dlamini-Zuma, asestó ayer jueves en Addis Abeba, al Ministro de Asuntos Exteriores marroquí Salah Eddine Mezouar una lección de derecho, política y ética que nunca olvidará. La escena tuvo lugar en presencia de un gran número de funcionarios de la organización panafricana.
Acompañado por el jefe de los servicios secretos marroquíes, Salah Eddine Mezouar había llegado a la capital etiopí sobre todo para pedir a la Sra Dlamini-Zuma autorizaciones que le permitan, a él y a su delegación, asistir a los trabajos de la próxima cumbre de la Unión Africana. Pero el tono demasiado incorrecto que rozaba los límites del insulto, con el que se hizo la petición enojó a la presidenta de la Comisión de la Unión Africana, que no se ha privado de expresar todo lo que pensaba del representante del Majzen, sobre todo porque el jefe de la diplomacia marroquí la acusó de no ser neutral en el tratamiento de la solicitud de adhesión de Marruecos a la UA. Sin duda, era una manera de ponerla a la defensiva para obligarla a responder favorablemente a su petición.
La Señora Dlamini-Zuma, que ha recibido en audiencia a sus “invitados marroquíes”, junto con los ocho comisarios de la Unión Africana y otros funcionarios, no dudó en darle su merecido de la manera más humillante al impertinente Ministro de Asuntos Exteriores marroquí. Además de haberle exigido que cambie “inmediatamente” de tono, la presidente de la Comisión de la Unión Africana ha dejado claro, “con una voz grave”, según la fuente africana, que su indigno comportamiento no cabía en el recinto de la Unión Africana, sin olvidar de prohibirle que vuelva a hablar de esta manera a un responsable o a un funcionario de la organización panafricana.
Furiosa, Dlamini-Zuma rechazó la demanda marroquí del enviado del rey Mohamed VI, explicandole, con argumentos legales, que Marruecos no tenía derecho a asistir al trabajo la cumbre de la UA por la sencilla razón de que no es un miembro. Añadió, con un tono firme, que ella fue elegida para aplicar las reglas de la UA y que nunca las violará. Ante la dureza y la intransigencia de la reacción de la Sra Dlamini-Zuma, el jefe de la diplomacia marroquí, humillado, se vió obligado a presentar sus excusas.
Sin embargo, todo no terminó ahí, la Sra. Dlamini-Zuma dijo que el comportamiento de Mezouar estaba lejos de corresponder a los nobles valores de la Unión Africana a la que su país aspiraba a adherirse. También ha precisado que la solicitud de adhesión de Marruecos estaba en la agenda de la cumbre de la UA y que correspondía a los jefes de Estado y de Gobierno de África decidir la respuesta a esta solicitud.
Además, la señora que Dlamini-Zuma pidió al jefe de la delegación marroquí esperar hasta el 30 de enero para conocer el resultado de las deliberaciones de la cumbre. La presidente de la Comisión de la Unión Africana dijo a su interlocutor que era inaceptable comportarse como si la UA no tenía reglas. “Y sus reglas, dijo, se aplican a todos, Marruecos incluido.”
La precisión de la Presidenta de la Comisión de la UA recordará – durante mucho tiempo – a Rabat que la UA no es una extensión de la monarquía marroquí y que esta última no impondrá ahí su ley .
Khider Cherif
Traducción : Diáspora Saharaui