En un momento en que el público se planteaba interrogantes sobre el silencio del Presidente Buteflika, un cambio espectacular tuvo lugar en la arena política. Menos de 24 horas después de su regreso de Ginebra, Buteflika anunció el aplazamiento de las elecciones presidenciales previstas para el 18 de abril de 2019.
En una carta que pretende ser una respuesta a las demandas de la calle, el Presidente Buteflika afirma que “no habrá un quinto mandato y nunca fue mi intención. Mi estado de salud y mi edad sólo me asignan como último deber para con el pueblo argelino la contribución a la creación de los fundamentos de una nueva República como marco del nuevo sistema argelino que todos deseamos de todo corazón ».
« Esta nueva República y este nuevo sistema estarán en manos de las nuevas generaciones de argelinos, que naturalmente serán los principales actores y beneficiarios de la vida pública y del desarrollo sostenible en la Argelia de mañana”, añade en su carta.
No habrá un quinto mandato, pero tampoco habrá elecciones presidenciales en el plazo inicialmente fijado, es decir, el próximo 18 de abril. “No habrá elecciones presidenciales el 18 de abril. Se trata, pues, de satisfacer una petición urgente que muchos de ustedes me han dirigido para aclarar cualquier malentendido sobre la conveniencia e irreversibilidad de la transmisión generacional a la que me he comprometido”.
En estos dos enérgicos anuncios, el Presidente Bouteflika también expresó su voluntad de hacer cambios en el Gobierno. “Con miras a aumentar la movilización de las autoridades públicas y aumentar la eficacia de la acción del Estado en todos los ámbitos, he decidido introducir cambios significativos en el Gobierno en un futuro próximo.
Lakhdar Brahimi dirigirá las reformas
En el mismo sentido, el Jefe de Estado anunció la organización de una conferencia nacional “inclusiva” que será organizada por el ex jefe de la diplomacia Lakhdar Brahimi, así como un cambio “profundo” en el gobierno.
“La Conferencia Nacional inclusiva e independiente será un foro con todos los poderes necesarios para la discusión, elaboración y adopción de todo tipo de reformas que deberían constituir la base del nuevo sistema que iniciará el proceso de transformación de nuestro Estado-nación, que considero mi misión última para completar la labor para la que Dios Todopoderoso me ha concedido la capacidad y para la que el pueblo argelino me ha dado la oportunidad en todos los sectores”.
Ahora queda por ver la reacción de la clase política argelina, en particular de la oposición.
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