Revelaciones: Cómo Marruecos presiona a la Unión Europea para reivindicar el Sáhara Occidental

Traducción de un artículo publicado por EUObserver el 22/11/2018.

Los locales de Bruselas de la empresa de lobby Hill + Knowlton Strategies albergan una fundación internacional utilizada como oficina por el Estado marroquí. La fundación dispone de un espacio de unos pocos metros cuadrados.

La Fundación EuroMedA fue inaugurada este verano y es una idea original del eurodiputado socialista francés Gilles Pargneaux. Su objetivo es crear un foro de debate sobre cómo solucionar las crecientes disparidades entre África y la Unión Europea en cuestiones como la migración y el cambio climático.

“Fue una propuesta mía personalmente, y no tiene nada que ver con Marruecos”, dijo Pargneaux a la revista EU Observer el martes 20 de noviembre, añadiendo que la fundación no estaba de ninguna manera vinculada a su trabajo como diputado europeo.

Pero en realidad, esta fundación forma parte de una estrategia más amplia para influir en una votación estratégica del Parlamento Europeo para ampliar el acuerdo de liberalización entre Marruecos y la Unión Europea al territorio del Sáhara Occidental.

La eurodiputada liberal francesa Patricia Lalonde, principal negociadora de este acuerdo comercial, también forma parte de la junta directiva de EuroMedA junto con otros ex ministros marroquíes y un alto funcionario del Ministerio de Agricultura marroquí.

Y el jueves, Salaheddine Mezouar, ex ministro marroquí de Industria y Asuntos Exteriores, que ahora dirige un grupo de presión con sede en Casablanca que defiende y representa los intereses de las empresas marroquíes, fue nombrado vicepresidente de EuroMedA.

La fundación no está inscrita en el registro de grupos de interés de la UE. La semana pasada, el Sr. Pargneaux y otros dos eurodiputados de EuroMedA presentaron conjuntamente una enmienda al proyecto de Acuerdo Comercial de Lalonde, proponiendo un mecanismo de control para rastrear las exportaciones agrícolas del Sáhara Occidental a Europa.

El acuerdo comercial es controvertido porque se extiende al Sáhara Occidental, un territorio del tamaño del Reino Unido. Fue invadida en 1975 por Marruecos, desencadenando un brutal conflicto con los habitanes autóctonos. En 1991, un frágil acuerdo de alto el fuego puso fin al conflicto armado.

Aunque las Naciones Unidas no reconocen la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, la Unión Europea ha firmado acuerdos comerciales con Rabat para explotar los recursos del lterritorio. Sin embargo, en 2016, el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó que el acuerdo comercial UE-Marruecos sobre productos agrícolas no podía aplicarse al Sáhara Occidental.

Un año después, otro dictament de la misma Corte declaró el acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos ilegal. Pargneaux admite que el Sáhara Occidental no pertenece a Marruecos y lo describe como una “tierra de nadie que no pertenece a nadie”. Al mimsmo tiempo, felicita a Marruecos por haber invertido en el desarrollo de la región.

La Comisión Europea ha relanzado desde entonces un nuevo acuerdo comercial en el sector agrícola, conocido como el Acuerdo de Asociación UE-Marruecos, que supone que primero debe obtener el consentimiento de los saharauis. Ahora debe obtener la aprobación del Parlamento Europeo, que debe emitir su dictamen sobre este tema en enero.

Marruecos tiene interés en la firma de este acuerdo de asociación porque allana el camino para un acuerdo de pesca mucho más amplio y lucrativo.

El pueblo

La diversidad de los miembros de la Fundación EuroMedA, teniendo en cuenta las sensibilidades políticas sobre el Sáhara Occidental, demuestra que Marruecos tiene la intención de influir directamente en el proceso de toma de decisiones a nivel europeo.

Salaheddine Mezouar es Vicepresidente de EuroMedA. Fue Ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos. También fue Ministro de Finanzas y Ministro de Comercio e Industria del país. Hasta 2016, dirigió un partido político fundado por el cuñado del rey Hassan II.

Ahora dirige CGEM, un grupo de presión con sede en Casablanca que representa a miles de empresas marroquíes. Su misión prioritaria “es defender los intereses económicos de las empresas marroquíes en el extranjero”.

Uno de los fundadores de EuroMedA es el ex ministro marroquí de Sanidad, Mohamed Cheikh Biadillah. Biadillah fue elegido Secretario General del PMA, un partido político marroquí apodado el “partido del palacio”, lo que significa que el PMA sigue fielmente la línea monárquica de Rabat en la región del Sáhara Occidental.

En su juventud, Biadillah también formó parte de un movimiento estudiantil marroquí que contribuyó a crer al Frente Polisario, el brazo político del pueblo saharaui en el exilio del cual muchos se refugiaron en la vecina Argelia. Su propio hermano sigue desempeñando un papel influyente en el Polisario.

Pero hoy, Biadillah quiere el desmantelamiento del régimen saharaui en el exilio, cuya sede de gobierno autoproclamado se encuentra en los campamentos de refugiados dispersos en el desierto argelino. Otro miembro fundador de EuroMedA es Alain Berger, Director General de Hill + Knowlton Strategies.

Dijo al EU Observer que la fundación subalquila oficinas en el marco de un contrato “en condiciones de libre competencia” concluido con el gabienete que la asesora, a poca distancia de marcha del Parlamento Europeo. En 2016, Marruecos pagó a Hill + Knowlton entre 200.000 y 300.000 euros en concepto de cabildeo. En aquel momento, era uno de sus mayores clientes en Bruselas. En la actualidad, Berger es el Secretario General de EuroMedA.

Pargneaux se ha asociado en el pasado con Berger en otros temas como el medio ambiente, diciendo a EU Observer que sus lazos familiares con Marruecos fueron una de las razones que los unió. “Todavía no tenemos una cuenta bancaria, así que todavía no tenemos presupuesto[para la fundación]”, dijo Pargneaux, y añadió que esperaba poder financiar algún día a las ONG que trabajan con inmigrantes en España, Italia, el sur de Túnez y proyectos de integración en Marruecos.

La empresa marroquí de la industria química y minera en 5 mil millones de euros
EuroMedA también colabora con un think tank creado por el grupo OCP, un monopolio de 5.000 millones de euros en el sector químico y minero propiedad del gobierno marroquí. La propia empresa minera que ya ha sido objeto de controversia por sus actividades de cabildeo en Washington DC – ahora se ha instalado al Parlamento Europeo.

A través de su fundación, Pargneaux ha invitado en dos ocasiones al grupo de reflexión del OCP, el OCP Policy Center, a dirigir un debate en el Parlamento Europeo, subrayando la importancia estratégica de mantener las relaciones de la UE con Marruecos. Estas relaciones incluyen el papel de Marruecos en el ámbito de las energías renovables, la lucha contra la migración, la represión de las células terroristas y la desradicalización.

Estos argumentos influyen en los responsables políticos de la Unión Europea, que les prestan mucha atención. Esto contribuye a que el destino de los saharauis que viven en el Sáhara Occidental sea aún más insignificante. El número de equilibrista fue presentado a principios de este año por Lalonde, que forma parte de la poderosa comisión de comercio internacional del Parlamento.

“Tenemos muchos intereses comunes, en particular con respecto a la inmigración y la seguridad, así como a la radicalización y el terrorismo”, dijo, tras una pregunta sobre la importancia de las relaciones entre Marruecos y la UE. “Debemos demostrar sobre el terreno que el pueblo del Sáhara Occidental se beneficia del acuerdo comercial”, añadió.

Dado que es la eurodiputada responsable del seguimiento del acuerdo comercial, sus declaraciones configurarán la posición general del Parlamento Europeo. El acuerdo tiene por objeto reducir los aranceles sobre productos como los tomates y los aceites de pescado exportados desde el territorio en disputa.

Sin embargo, el hecho de que Lalonde sea miembro del Consejo de Administración de EuroMedA pone en duda su neutralidad como ponente sobre un tema tan espinoso. La rumana Romana-Nicole Manescu, eurodiputada de centro-derecha, y la belga liberal Frédérique Ries, también son miembros de la Fundación EuroMedA.

El Tribunal y el consentimiento

La UE y Marruecos explotan las aguas ricas en pescado y las reservas de fosfatos del territorio ocupado desde hace décadas hasta que el Tribunal de Justicia de la UE juzgó que el acuerdo comercial era ilegal. El Sáhara Occidental está dividido por un muro de defensa de 2.700 kilómetros erigido por el ejército marroquí. Algunos saharauis viven en la zona controlada por Marruecos, mientras que otros viven en campamentos de refugiados en el desierto argelino.

La sentencia del Tribunal complicó las negociaciones comerciales porque significa que la Comisión Europea debe obtener primero el consentimiento del pueblo saharaui antes de llegar a un acuerdo con Rabat. En este contexto, la Comisión afirma haber consultado a unas 112 organizaciones de Marruecos. “Entre estas organizaciones[112] figuraba nuestra propia organización a pesar de que no participamos en la consulta”, dijo Sara Eyckmans de Western Sahara Resource Watch, una ONG con sede en el Reino Unido.

Eyckmans declaró que, de hecho, la Comisión sólo había consultado a 18 grupos, incluida la mayor empresa minera de Marruecos, el grupo OCP. La propia Lalonde llevó a un pequeño grupo de eurodiputados a Marruecos para llevar a cabo un ejercicio similar en septiembre. Las cosas salieron mal cuando la policía marroquí maltrató a activistas saharauis por hablar con una de las diputadas al Parlamento Europeo, la finlandesa del Partido Verde Heidi Hautala.

“Todo esto sucedió mientras la delegación del Parlamento saboreaba la suntuosa comida de las autoridades locales de Marruecos”, escribió Hautala en un artículo de opinión en el EU Observer. Para complicar aún más el asunto, los servicios jurídicos del Parlamento Europeo cuestionaron el hecho de que se hubiera obtenido el consentimiento de los saharauis.

Además, las negociaciones comerciales entre la Comisión y Marruecos se limitan a la parte del Sáhara Occidental bajo control marroquí y, por tanto, excluyen un tercio del territorio. Esto significa que si se celebrara el acuerdo comercial, los aranceles preferenciales no se aplicarían a las zonas del Sáhara Occidental no controladas por Marruecos.

“Sería como si la UE estuviera negociando un acuerdo comercial con Nueva Zelanda para Australia y aplicándolo sólo a Tasmania”, según Western Sahara Resource Watch.

Enmiendas hostiles

Mientras tanto, las cuatro comisiones del Parlamento Europeo que trabajan en el informe de diciembre han sido presionadas por Marruecos. El mes pasado, el embajador de Marruecos en Austria, Lotfi Bouchaara, lanzó una advirtencia a los eurodiputados de la Comisión de Agricultura del Parlamento.

Se pidió a los miembros del Parlamento que presentaran sus recomendaciones que se tendrían en cuenta a la hora de votar sobre el acuerdo comercial. En una carta, vista por EUobserver, Bouchaara describió docenas de enmiendas, presentadas por todos los grupos políticos, como “hostiles” y motivadas por consideraciones políticas.

Advirtió de que las relaciones entre la UE y Marruecos corrían el peligro de desmoronarse, lo que sugiere que la lucha de Rabat contra el terrorismo, los flujos migratorios y las cuestiones de seguridad en beneficio de la UE estaba ahora en peligro. La amenaza de Bouchaara puede haber dado sus frutos. La semana pasada, la comisión votó a favor de prorrogar el acuerdo comercial, a pesar de la cuestión del Sáhara Occidental.

Esto plantea interrogantes sobre el papel del Parlamento Europeo en la defensa de los derechos fundamentales de las minorías en el mundo. El eurodiputado austriaco de los Verdes Thomas Waitz, miembro de la Comisión de Agricultura, dijo que cada vez es más probable que el informe final de diciembre sea favorable a Marruecos.

Afirmó que el hecho de permitir que los agricultores marroquíes del territorio en disputa vendan sus productos en Europa prepararía el terreno para acuerdos mucho más amplios y lucrativos en el sector pesquero.

“Los pesqueros y las empresas francesas y españolas tienen un gran interés en obtener estos derechos de pesca. Ya están en marcha acuerdos entre Marruecos y empresas francesas y españolas para la pesca de arrastre en estos fondos marinos”, dijo.

Esto significa que Marruecos podría volver a recibir millones de euros en fondos europeos cada año a cambio de la autorización de los arrastreros europeos para pescar en costas que no le pertenecen.

Fuente: Comité Belga de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Saharaui

Etiquetas : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, Tribunal de Justicia de la Union Europea, acuerdo agrícola, acuerdo de pesca,

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