El independentismo catalán acerca a España y Marruecos

El independentismo en Cataluña siempre ha preocupado a las autoridades de Marruecos por mucho que desde Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) se hayan esforzado en tranquilizarlas. Les han recordado, por ejemplo, las espléndidas relaciones de la Generalitat con Rabat y las casi inexistentes con Argel.

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El palacio real y el Gobierno marroquí no temen tanto que España se parta sino que la aparición de un nuevo Estado independiente en Europa dé un espaldarazo a la reivindicación de autodeterminación de los saharauis dentro y fuera de esa antigua colonia española en manos de Rabat desde 1975.

De ahí que el Consulado de Marruecos en Barcelona y las asociaciones de marroquíes que le son afines se haya esforzado en que la llama del separatismo no prenda entre sus inmigrantes como, en cambio, sí lo intenta la Fundació Nous Catalans de CDC. Hay unos 275.000 marroquíes en Cataluña.

Aún se especula entre los musulmanes de Barcelona qué significó que, a finales de septiembre, surgiese entre las cortinas del despacho del cónsul, Faris Yassine, la bandera de España para que pudiese ser vista desde la calle. ¿Fue intencionado o un mero descuido? En esas mismas fechas el president de la Generalitat, Artur Mas, firmó el decreto de convocatoria del referéndum del 9 de noviembre.

Antes, en mayo de 2013, el consulado tampoco trató de evitar la expulsión de Noureddine Ziani, un miembro destacado de la colonia marroquí que había empezado a trabajar para la Fundació Nous Catalans y al que el Centro Nacional de Inteligencia, el servicio secreto español, tachó de espía.

Los responsables marroquíes parecen, sin embargo, haberse dado también cuenta de que el separatismo de una franja de la sociedad catalana tiene ventajas para su causa: sensibiliza más al Gobierno español a sus argumentos sobre la “marroquinidad” del Sáhara Occidental.

Este inesperado partido que pueden sacar del auge del independentismo en Cataluña, cuando España se dispone a ingresar en enero en el Consejo de Seguridad de la ONU, queda reflejado en algunos análisis diplomáticos y periodísticos marroquíes.

A finales de noviembre y principios de diciembre visitó Madrid una delegación de doce directores y redactores jefes de periódicos marroquíes acompañada por tres funcionarios del Ministerio de Comunicación. Aunque fueron invitados por la Embajada de España en Rabat y la Fundación Carolina, que depende del Gobierno español, ambas encargaron al ministerio marroquí que designara a los periodistas. Eligió a algunos representantes de medios con tiradas clandestinas, pero a ninguno de la modesta prensa díscola que se publica en Marruecos.

En años anteriores fue la Embajada de España la que elaboró la lista de los invitados, pero esta vez dejó la selección en manos del ministerio, según un miembro de la delegación. Esta decisión y la presencia en Madrid de los funcionarios marroquíes, junto con los periodistas, son reveladoras del enfoque de la libertad de prensa en Marruecos que tiene la diplomacia española.

De todas las reuniones que mantuvieron en Madrid la que probablemente más destacaron los periodistas en sus respetivos medios fue la celebrada con José María Beneyto, portavoz del Partido Popular (PP) en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso. “El consenso sobre el Sáhara en España es importante”, les dijo. “Nuestra posición es cercana a la de Marruecos”, subrayó.

“Con la excepción de algunas voces, el PP y el PSOE tienen un enfoque que alienta la opción de la autonomía” que Marruecos lleva ofreciendo, como alternativa a la independencia, desde 2007, añadió. Concluyó Beneyto anunciando que, a partir de enero, el Gobierno español trabajará en el máximo órgano de la ONU para apoyar la propuesta marroquí. En realidad ya lo viene haciendo, con sigilo, desde hace años, en el Grupo de Amigos del Sáhara Occidental del que forma parte junto con EE UU, Rusia, Francia y Reino Unido.

De estas y de otras palabras, algo más matizadas, los periodistas sacaron la conclusión de que “el Gobierno español, enfrentado al separatismo en la región de Cataluña, es más sensible a la lucha de Marruecos por defender su integridad territorial amenazada por el separatismo del Sáhara (…)”, escribió Bahia Amrami, directora del semanario “Le Reporter”, de Casablanca, resumiendo una opinión generalizada. “La posición del PP, que no siempre fue favorable a Marruecos, parece haber evolucionado substancialmente estos últimos meses”, concluyó.

Aunque el PP vea ahora con buenos ojos la propuesta de Rabat para resolver un conflicto que dura desde hace 39 años, los marroquíes no quieren bajar la guardia. De gira por Andalucía, la segunda comunidad autónoma en número de inmigrantes marroquíes (110.000), el embajador de Marruecos en Madrid, Fadel Benyaich, instó el martes a sus compatriotas a “movilizarse más para defender la primera causa nacional [la pertenencia del Sáhara a Marruecos] y dar la réplica a los discursos propagandísticos de los enemigos del Reino”.

Ignacio Cembrero

Blog Orilla Sur, 19/12/2014

Tags : Marruecos, España, Cataluña, emigración, comunidad marroquí en España, Sahara Occidental, PP, PSOE, Podemos,

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