Trump teme romperse los dientes en Irán

Abdel Bari Atwan: Teherán está tratando de prevenir que Trump se enrede en una guerra.

La destrucción en pleno vuelo el jueves de un dron estadounidense por misiles iraníes tierra-aire sobre el estrecho de Ormuz, acerca más que nunca una confrontación militar – ya sea limitada o amplia – entre Irán y EE.UU.

Al parecer, el presidente Donald Trump trató de evitar tal confrontación al calificar el incidente de “gran error” y sugirió que podría haber sido involuntario. Esto después de que los precios del petróleo en los mercados mundiales aumentaron en seis dólares en unos pocos minutos, y que Teherán haya puesto sus fuerzas armadas en alerta máxima.

Pero si los iraníes han hecho un “gran error” por el derribo del avión espía, los americanos han hecho otro mayor al envíarlo a una zona tan inestable – en plena tensión después de una serie de ataques contra petróleros y la infraestructura de los aliados americanos, y sin anticipar la réplica iraní.

La reacción inmediata del comandante del cuerpo de Guardianes de la Revolución, Hosein Soleimany se comprometió a resistir a cualquier violación provocatrice de la soberanía del país, sea cual sea su origen, dando a entender que disponía de otros medios de represalia incluso más eficaces y de los que podría hacer uso en el futuro.

Los comandantes americanos se imaginaron, evidentemente, que los iraníes, que insisten en que el dron estaba en su espacio aéreo, no lo atacarían, al igual que evitaron responder a los repetidos ataques israelíes contra sus fuerzas en Siria. Tal vez el dron fue enviado para probar la respuesta iraní … ¿O tal vez fue una provocación deliberada y los estadounidenses querían que fuera derribado para disponer de un pretexto para la guerra? Son todas posibilidades que no deben descartarse.

De todos modos, Teherán marca bien la gran diferencia entre violar el espacio aéreo soberano iraní sobre la provincia de Hormozgan y el hecho de golpear objetivos iraníes en Homs, Hama y Latakia, donde Siria es la potencia soberana y donde las fuerzas iraníes no juegan más que un papel secundario. Es una cuestión de orden de prioridades.

Parece claro que la decisión de derribar el dron no fue el resultado de un capricho, sino en conformidad con una decisión política tomada hace varios meses para resistir con fuerza a cualquier violación, ya sea estadounidense o israelita, del territorio, de las aguas o del espacio aéreo iraníes. En otras palabras, el dedo ya estaba en el gatillo en previsión de tal incursión.

Podría esperarse que Trump no tomara a la ligera esta humillación y ordenara una severa represalia severa. “Ya lo verán”, declaró a los periodistas el jueves cuando se le preguntó cómo reaccionaría. Las represalias americanas podrían tomar la forma de ataques aéreos o por misil a algunos objetivos militares o navales iraníes.

Sin embargo, la cuestión más importante es cómo reaccionaría Teherán por su parte. ¿Cederán los iraníes a la presión internacional para calmar la situación? ¿O reaccionará aún con más fuerza atacando, por ejemplo, a buques de guerra o bases americanos en el Golfo?

Especular es lo único que está a nuestro alcance, pero los acontecimientos recientes parecen indicar que los líderes iraníes no están de humor para ceder. Es poco probable que el país dé marcha atrás a menos que los mediadores le transmitan la promesa de los Estados Unidos de levantar las sanciones y volver a comprometerse en el acuerdo nuclear, algo que parece estar lejos en el clima actual de alta tensión.

Los israelíes y sus aliados del Golfo explotaron la estupidez de Trump para arrastrarlo en su nombre a una guerra contra Irán. Sin embargo, los iraníes están tratando de hacerle entender que una guerra de este tipo conllevaría costos exorbitantes tanto para los Estados Unidos como para sus aliados. El máximo líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, advirtió que cualquier guerra no se limitaría a Irán sino que incendiaría la región.

Incluso en el caso de que no haya un ataque americano directo, los iraníes no se contentarán con esperar a que el embargo de Trump los doble y detengan sus exportaciones de petróleo. Eso es otra cosa que el presidente de los Estados Unidos no comprende. Y que probablemente no comprenderá nunca antes constatar la amplitud de las represalias iraníes contra las fuerzas, los buques y bases americanas en la región y contra las ciudades, aeropuertos, centrales eléctricas y plantas de desalinización de sus aliados.

*Abdelbari Atwan es director de redacción del diario digital Rai Al-yaoum y autor de La historia secreta de Al Qaida, de sus memorias, A Ccountry of Words, y de Al-Qaida : la nueva generación. Vous pouvez le suivre sur Twitter @abdelbariatwan

Fuente : Rai Al-Yaoum, 19 jun 2019

Tags : Estados Unidos, Irán, guerra, dron,

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