Un pasajero clandestino llamado Bourita

¿Violó el MAE marroquí el espacio aéreo argelino a bordo de un avión español? El tema está en el centro de muchas lenguas, especialmente en Madrid, donde el gobierno se encuentra bajo presión para que se pronuncie el tema.

Efectivamente, fue desde Madrid donde salieron a la luz las primeras informaciones que revelaron lo que nadie sabía en ese momento. Carles Mulet García, parlamentario de la coalición española de centro-izquierda, informó el jueves de que había escrito al Gobierno para preguntar por el uso de un avión español por parte de Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, durante su viaje a Kigali para asistir a la segunda reunión ministerial de la Unión Africana y la Unión Europea.

En un tuit publicado en su cuenta oficial, el senador español publicó esta carta y la acompañó con detalles inquietantes. “El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos violó el espacio aéreo argelino el 25 de octubre de 2021 a bordo de un avión español para viajar de Rabat a Kigali a la cumbre de la Unión Africana (con la Unión Europea celebrada en Ruanda) a bordo de un Dassault Falcon 2000 XL registrado en España como EC-MMR perteneciente a la compañía aérea Gestair.”

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Revela que Nasser Bourita se “camufló” en un avión de la empresa madrileña Gestair, que gestiona una flota de aviones privados. Su texto va acompañado de una imagen del plan de vuelo del avión. Carles Mulet García invita al gobierno español a responder a algunas preguntas: “¿Es consciente el gobierno de este incidente y de las implicaciones que puede tener? ¿Tiene la intención de investigar el asunto? ¿Considera que este tipo de cosas benefician en el contexto de las negociaciones sobre acuerdos de gas con Argelia?”

El senador sigue acusando a Madrid de abstenerse de reaccionar porque es “rehén de la corrupta monarquía marroquí” y que una profunda crisis ha llevado a la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Argelia y Marruecos.

Todos los hechos revelados no han pasado desapercibidos en España, donde los políticos hostiles al apoyo de Madrid a Rabat no pierden ninguna oportunidad de fustigar a su gobierno. Desde el pasado mes de agosto, España y Marruecos intentan relanzar sus relaciones de nuevo tras un largo periodo de tensión agravado por la crisis migratoria marroquí y la acogida (por parte de Madrid) de Brahim Ghali, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Según la prensa española, los dos países “tenían todo el interés en reconciliarse porque se necesitan mutuamente”.

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El asunto denunciado por el senador español plantea ahora varios interrogantes. Más allá de la cuestión de si el Gobierno español tiene intención de investigar los hechos por sí mismo, existen dudas sobre el papel desempeñado por la compañía aérea privada Gestair.

Los expertos en la materia afirman que existen ciertos requisitos para cruzar el espacio aéreo con este tipo de aeronaves, entre ellos la necesidad de revelar la identidad de los pasajeros, algo que no se hizo en este caso. El relato de los hechos de Carles Mulet García pone de manifiesto la existencia de una clara complicidad. Fuentes conocedoras de la evolución del expediente Argelia-Marruecos atribuyen este comportamiento a las “molestias causadas por el cierre del espacio aéreo argelino a los aviones marroquíes”, cuyas “repercusiones son enormes porque tienen que utilizar corredores muy largos y caros para viajar a África”. Si la información del senador español se verifica, significará, por un lado, que la empresa privada quería evitar estas desviaciones ocultando la identidad del ocupante, lo que es muy grave pero que es muy probable con un Nasser Bourita.

El MAE marroquí es un provocador, pero también es conocido por su falta de visión y por sus meteduras de pata en serie. Probablemente deberíamos esperar más errores de este tipo, ya que las decisiones tomadas por Argelia con respecto a Marruecos tienen consecuencias de envergadura.

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