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La reunión de la OTAN, que tuvo como sede la capital española, Madrid, terminó sin hacer referencia a las propuestas que el gobierno de Pedro Sánchez intentó incluir en la agenda de esta cumbre, sobre la cual viene la consideración del empleo de la tarjeta de gas como una amenaza a la seguridad de los estados miembros de este organismo. En cambio, se hizo referencia a la inmigración ilegal, pero sin medidas prácticas.
El primer día de la cumbre de la OTAN, el gobierno español revirtió el flujo de gas hacia el Reino de Marruecos, a través del gasoducto Magreb-Europa, que estaba suspendido desde el 1 de noviembre pasado, después de que Argelia decidiera no renovar el contrato de suministro de gas a través de él, a España por tierras marroquíes.
Argelia había advertido a las autoridades españolas, a través de más de un funcionario, que la reexportación de gas argelino a Marruecos podía considerarse un incumplimiento de los contratos celebrados entre Sonatrach y su socio español, Naturgy, lo que podría llevar a la rescisión de los contratos celebrados con España. Madrid respondió que no exportaría ni una sola parte del gas argelino hacia el vecino occidental, y confirmó la presentación de los documentos necesarios con toda transparencia, pero esto no disipó las dudas de la parte argelina.
Durante la cumbre de la OTAN, no hubo ninguna declaración por parte del presidente del Gobierno español, ni en su declaración final, que indicara una condena al uso del gas como carta política en las disputas entre países, y todo lo que dijo Sánchez no pasó de hablar de la posibilidad de una intervención de la OTAN en Malí, por ser una zona de inestabilidad en la región del Sahel que contribuye a aumentar el fenómeno de la inmigración ilegal, que es una verdadera preocupación para los países del sur de Europa, especialmente España.
Según el diario español El Mundo, los dirigentes de la OTAN regresaron a sus países sin responder prácticamente a la demanda de Pedro Sánchez. El periódico añadió que “los responsables militares lamentan que la OTAN haya evitado desplegar sus fuerzas en la región del Sahel a pesar del caos que allí se vive”.
El Mundo explicó que, a pesar del compromiso de la OTAN de abordar el expediente de la frontera sur, de momento, se queda en “meras recomendaciones sobre el papel y sin detalles precisos del plan operativo, en el documento estratégico que se aprobó en la cumbre”.
El expediente de la inmigración ilegal no se habría planteado en la cumbre de la OTAN si no se hubiera producido el atroz crimen cometido por las fuerzas de seguridad marroquíes del majzén contra cientos de inmigrantes africanos en las murallas de la ciudad ocupada de Melilla frente a sus homólogos españoles, la semana pasada, lo que plantea más de un interrogante sobre la realidad de la espontaneidad de los acontecimientos, ya que muchos observadores y expertos establecieron la hipótesis de que fue gestionado por el gobierno de Madrid y el régimen marroquí del majzén para incluirlo en las discusiones de la cumbre de la OTAN, y presentarlo como un peligro inminente que apunta a las fronteras del sur de la alianza, que parte de las fronteras del enclave ocupado de Melilla, como concluyeron las decisiones de la reciente cumbre de Madrid.
El otro dato que refuerza la credibilidad de esta hipótesis es que el gobierno de Sánchez revirtió el flujo de gas a través del gasoducto Magreb-Europa hacia el Reino de Marruecos, en el primer día de la Cumbre Atlántica de Madrid. El objetivo de esta decisión está claro por su calendario, que es empujar a Argelia a tomar una decisión decisiva de cortar el flujo de gas a España, como ya advirtió antes, en plena reunión de la cumbre de la OTAN, y esto facilitaría a Sánchez plantear la cuestión de la utilización de la tarjeta de gas por consideraciones geopolíticas, con la esperanza de salir con una condena de Argelia. Aun así, la OTAN dejó pasar la tormenta para ocuparse de Madrid a conveniencia.
La cuestión que se plantea aquí, simple y objetivamente: ¿Se trata de una bella coincidencia? Cuando se produce una espantosa masacre de miles de inmigrantes africanos, justo tres días antes de la Cumbre de la OTAN, y luego el primer día de la propia cumbre, Madrid echa gasolina hacia el Reino de Makhzen después de meses de anticipación, dos papeles que el gobierno de Sánchez había tratado de incluir en la reunión de los líderes de la OTAN, pero sólo logró incluir uno de ellos, que es el expediente de la inmigración ilegal.
Mohamed Moslem
Echouroukonline, 01/07/2022
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