Los secretos de la casa real marroquí: el rey gay y la princesa invisible

Tags : Maroc, Mohamed VI, homosexualidad, Bihmane, Andelilah Issou,

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¿Se trató de una separación matrimonial totalmente normal o de un contrato que ya terminó? Misterios y revelaciones.

Por Darío Silva D’Andrea

¿Dónde está la princesa marroquí Lalla Salma? Esta pregunta mantuvo a los medios de comunicación europeos bastante ocupados últimamente, después de que ella brillara por su ausencia en las visitas oficiales de los reyes de España y del príncipe Harry de Inglaterra con su esposa Meghan. Las noticias sobre el paradero de la princesa consorte del rey de Marruecos están prohibidos en todos los medios marroquíes, lo que alimenta todavía más la máquina de rumores.

Lalla Salma, esposa del rey Mohammed VI, no ha sido vista durante los últimos años. Según los rumores más fuertes, el rey y la princesa están separados en silencio, algo sobre lo que la casa real de Marruecos guarda silencio. Es el periodista español Ferrán Sales Aige, cronista del diario El País durante más de treinta años, quien parece haber encontrado las respuestas a esta misteriosa desaparición de la princesa marroquí en un libro publicado hace unos 25 años, donde revelaba que Mohammed VI, por entonces el príncipe heredero de su país, es homosexual. En la obra, titulada El príncipe que no quería ser rey, varios testigos hablan de la aventuras homosexuales del príncipe durante su estadía en Bruselas, donde estudiaba. También se sugiere que Mohammed era un cliente habitual en una serie de conocidos bares y discotecas gay en la capital belga.

Unos años después, se publicó en europa Mémoires d’un Soldat Marocain (‘Memorias de un soldado marroquí’), escrito por Abdelilah Issou, un ex oficial del Ejército marroquí formado en la Real Academia Militar de Mequinez y que terminó exiliado en España en 2000. En sus páginas Issou apunta al monarca Mohamed VI y sus preferencias sexuales, afirmando haber sido autor . De hecho, afirma ser el autor de un informe sobre las tendencias sexuales del monarca: “Por mi parte, yo presenté a J.M. un informe sobre la orientación sexual del príncipe heredero, el actual rey Mohamed VI, y su amistad con Abderrahmane Alaoui, Bihmane para sus íntimos, quien fue mi compañero de promoción en la Academia Real Militar”.

Según prosigue su relato, Aloui, mejor amigo del Mohammed VI, era el “nieto de un esclavo negro que había servido en el palacio (los descendientes de estos esclavos viven todavía, en un estado de semi-esclavitud, en la ciudad real de Touarga, un municipio con un estatuto especial que forma parte de la prefectura de Rabat, localizada en el Méchoaur). Abderrahmane fue amigo y compañero de juegos del joven príncipe, más tarde uno de sus confidentes y compañero de salidas nocturnas, pero de esto no encontramos ningún rastro en los registros oficiales vista la relación embarazosa para el palacio”.

A pesar de la confidencialidad del informe elaborado por él mismo, Issou asegura en su manuscrito que el estilo de vida del actual rey era muy conocidos en la corte y las clases altas de Marruecos: “Ha sido, durante tiempo, un secreto a voces en Marruecos. En los salones acomodados de la buena sociedad de Rabat y de Casablanca se hablaba abiertamente de ello durante los últimos años de reinado de Hassan II. La gente sabía que, pronto, iban a tener que vérselas con un Comendador de los Creyentes atípico, una primicia en Marruecos”, escribe Issou.

En junio de 1999, el rey Hassan II murió después de 38 años de reinado y su hijo soltero, de 34, fue aclamado rey y Amir al-Mu’minin –príncipe de los Creyentes– líder religioso de su nación. Unas horas después, en la más estricta intimidad, Mohammed VI fue casado con Lalla Amina, una joven bereber de origen saharaui, ya que uno de los requisitos para que pudiera acceder al trono, según la tradicional “Alahlia”, era estar casado.

El matrimonio secreto alimentaba también la idea de mantener y reforzar la unidad del país, de sus territorios y de sus tribus, pero ante la incapacidad de Amina de darle descendencia, el soberano volvió a casarse en 2002. Por entonces los matrimonios de los reyes eran mantenidos en la más absoluta confidencialidad y jamás en la historia un rey maroquí había dado a conocer el nombre o el rostro de su esposa (o esposas).

El nuevo status de Mohammed VI, sin embargo, no hizo que cambiara sus costumbres. “Después de su llegada al trono, continuaron esos viajes, o más bien esas escapadas repetidas a lugares como América del Sur (Brasil, Santo Domingo…) y los rumores persistentes sobre la adicción del rey…”, afirmó Issou. Sin embargo, dos años después sorprendió al mundo al mostrar y presentar a su novia, la ingeniera informática Salma Benanni, quien se convirtió en la primera esposa de un soberano marroquí a la que se le otorgó un título real y a la que presentó sin un velo cubriendo su rostro.

Otro detalles que no pasó desapercibido para nadie fue la decisión del joven rey de disolver el harén real, todo un símbolo para el país. Todas las concubinas de su padre (que, según algunos, llegaban a ser 300) tuvieron que abandonar el palacio y fueron realojadas en lujosos apartamentos y dotadas de gratificantes pensiones vitalicias. En una muestra más de su apertura, Mohammed VI dio a sus hermanas papeles oficiales en las actividades de la corte y se hizo acompañar por su esposa en sus viajes internacionales.

Durante 14 años, Lalla Salma fue la cara hermosa y amable de la casa real alauita. En 2002 tuvo a su primer hijo, el príncipe heredero Mulay Hassan, y poco después a su segunda hija, la princesa Lalla Khadija. Cuando la niña cumplió 10 años, su madre desapareció del palacio y de la agenda oficial, su nombre ya no es incluido en la lista de asistentes a las grandes pompas cortesanas y las hermanas del rey la remplazaron como “primeras damas”. Algunos dicen que Salma vive cómodamente en una villa en la isla griega de Kea después de haber cumplido con la misión para la cual había sido contratada: dar herederos a un rey gay.

EL FIN DE UNA AMISTAD. En Memorias de un soldado marroquí, Issou hace referencia al final de la relación del rey con su amigo, Abderrahmane Alaoui. Según su relato, en 1995 estuvieron en Tánger, donde Alaoui había sido destinado a la gendarmería, pero cierta noche en la que tomaron alcohol de más el joven amigo del príncipe se sinceró: “Me dejó entender que su relación con su gran amigo no era ya tan buena y que ello era debido a ciertos informes confidenciales, de los que no me explicó su naturaleza, que el ministro del Interior en la época, el todopoderoso Driss Basri, habría presentado al rey Hassan II. Unas horas más tarde, su chófer nos pasó a recoger, y me dejaron, de paso, en el faro de Malabata. Ya no lo volví a ver”. La versión oficial de los hechos dice que Aloui murió en un accidente de tráfico entre las ciudades de Rabat y Kenitra. Sin embargo, Issou se muestra convencido de que “Abderrahmane fue eliminado por los servicios especiales de Hassan II que, sintiendo su fin cerca, y visto el riesgo que este asunto constituiría para el trono una vez que Mohamed VI fuera coronado, dio la orden de hacerlo desaparecer”.

Fuente: Secretos Cortesanos

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